dedicado a teo, que me regalo este disco.

Ellos le tienen fobia a las arañas y a viajar en avión, y odian lo mismo que nosotros. Y lo ponen en un formato tan amable, que hacen aparecer el mundo de un maniático como un lugar estupendo. The Boy Least Likely To hace pop de intensidad. Una versión extrema que no tiene ningún problema en incorporar campanas, xilófonos, coros en armonía y muchas panderetas. Donde cada canción apenas sobrepasa los cuatro minutos y las voces aparecen en susurros cuando la intimidad lo amerita, y sobreestimuladas con una percusión de banda de escuela cuando están felices. The best party ever, como compilación de singles, entrega alegría , que recuerda tanto a Belle & Sebastian en versión fóbica como a unos Eels modestos. Ya con 'Be gentle with me', la canción que abre el disco, se intuye una hecatombe de felicidad ingenua.

Pero si en otras bandas el formato de pop extremo sirve para acompañar sosas historias de amiguismo geek, en The Boy Least Likely To el acercamiento es distinto. La tragedia de este par de británicos es haber tenido que crecer a la fuerza, y ver cómo todo el mundo alrededor iba lentamente transformándose en algo aberrante: el universo de Los Treinta.

Pero ante la imposibilidad de dejar de tenerle miedo a la vida, lo único que queda es hacer un pop tan upbeat , tan emotivo, que abra las posibilidades de ser feliz, enamorarse y pedir un buen trato. Porque aunque acepten estar un poco locos, The Boy Least Likely To no pueden cambiarse por otras personas. Ellos abrazan sus manías y los amantes del pop lloroncito y naive no deseariamos que fuese de otra forma.